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Aug 08, 2023

La ropa de hombre se pone al perro.

Publicidad Con el respaldo de Un pabellón dedicado al mercado multimillonario de ropa para mascotas hace su debut en la feria comercial de ropa masculina más grande del mundo. Por Guy Trebay FLORENCIA, Italia —

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Un pabellón dedicado al mercado multimillonario de ropa para mascotas hace su debut en la feria comercial de ropa masculina más grande del mundo.

Por Guy Trebay

FLORENCIA, Italia — Un hecho poco conocido: los perros son tendederos.

En un próspero mercado de ropa para mascotas valorado en 5.700 millones de dólares en 2021, los dueños de perros representan la mayoría de las ventas. El sentido común sugiere que la mayor parte de ese gasto se destina a correas, arneses y collares. Sin embargo, resulta que las camisetas y los suéteres son un sector de crecimiento canino sorprendentemente sólido. Y no nos olvidemos de los abrigos.

Estas fueron algunas de las conclusiones del día 1 en Pitti Uomo, la feria de ropa masculina que se celebra en Florencia cada enero y junio. ¿Y qué tiene que ver, uno podría preguntarse, el cuello alto de Rover con un evento más conocido por atraer bandadas de vanidosos humanos varones que se divierten con un plumaje de extravagante?

Es que, por primera vez, Pitti Uomo dedicó un pabellón dentro de la Fortezza da Basso del siglo XVI a exhibir indumentaria de animales, ¿y por qué no? Los gatos y los perros constituyen el mayor porcentaje de los cientos de millones de mascotas que existen en el planeta. Y son en gran medida los mercados felinos y caninos los que están impulsando un auge en la ropa para mascotas (los guppies, periquitos y cobayas tienden a verse mejor desnudos).

Entre los factores a los que se atribuye el impulso del crecimiento del mercado se encuentran la mayor urbanización, un aumento general de los ingresos disponibles y los cambios sociales que dan a las mascotas la paridad (y, a menudo, la prioridad) de los miembros de la familia. Por lo tanto, ahora vemos una proliferación de marcas centradas en mascotas como Moshiqa, que se ha visto en los bulldogs franceses de Lady Gaga, así como Max Bone, PetHaus, Wagwear, Muttropolis, Vanderpump Pets y una serie de otras costosas ofertas caninas de casas de artículos de lujo. como Barbour, Ralph Lauren y Gucci.

Sorprendentemente, no fueron las marcas de alta gama, con sus arneses con el logo de $ 655 (Moncler) o abrigos de cuatro patas con cuello de lana a cuadros de $ 300 (Dsquared2) o ponchos hippies de lana estampados de $ 540 (Alanui), todos hechos en colaboración. con Poldo Dog Couture, que trajo sus productos a Florencia.

En cambio, para este modesto debut, el pabellón Pitti Pet se dedicó a 15 stands en un pabellón diseñado por la arquitecta Ilaria Marelli y en el que se encontraban indies en su mayoría valientes como la Esposa del Pintor de España o marcas medianas como Lollipet y DuePuntoOtto (con una línea de puntos (abrigos y camas para perros estampados diseñados por la arquitecta y deidad del diseño italiana Paola Navone), cada uno de los cuales clama por reclamar una parte de lo que sigue siendo un sector incipiente.

¿Hubo tonterías? Como estamos hablando de criaturas perfectamente vestidas tal como las creó la naturaleza, así fue. ¿Se requería un diseño considerado de las prendas que comprendían esencialmente una costura superior, un cinturón y aberturas para la cabeza y la cola? Curiosamente, la respuesta fue sí. Mientras que una exhibición presentaba crinolinas que pondrían a prueba la dignidad de cualquier canino, de pura raza o chucho, otra ofrecía un abrigo para perros con cinturón en la espalda inspirado en uno que Hubert de Givenchy creó para que Audrey Hepburn lo usara en “Desayuno con diamantes”. Al igual que el de Holly Golightly, éste tenía mangas hasta la longitud de un brazalete.

"Es enorme y está creciendo", dijo la diseñadora de Lollipet, Sonia Staccioli, sobre el mercado de prendas de abrigo como las prendas que ella había traído, chaquetas y abrigos hechos de polipiel sintética metálica, piel sintética y una lana Casentino nudosa producida durante siglos en varias empresas pequeñas y medianas. molinos toscanos ahora en peligro.

Cuando un periodista le preguntó a Staccioli, cuyo perro de caza Bracco Italiano, Ugo, tiraba de su correa, en qué se diferenciaba hacer ropa para clientes con cuatro patas y poca voz en su elección de ropa de diseñar para humanos notoriamente exigentes, ella se encogió de hombros.

"Es básicamente lo mismo", dijo, "excepto que con los perros no es necesario escuchar su opinión".

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